La mejor forma de exponer todos los productos que se ofrecen a los comensales con la mayor rentabilidad posible, se consigue con el diseño de un buen buffet.

Del francés, buffer (comer) se ha ido derivando un concepto de oferta gastronómica que permite exponer de manera brillante, radiante y natural toda la variedad de productos que puede disponer el cliente.

Además, este concepto, por su naturaleza, optimiza la mano de obra del Hotel, optimiza los costes de gestión de la comida y permite que el flujo de clientes en períodos críticos sea muy elevado, sin causar interferencias ni mayor necesidad personal.

Debido a esta serie de ventajas, prácticamente todos los Hoteles han ido adoptando este sistema de oferta gastronómica.

En un principio, un buffet era simplemente un expositor de comida, caliente o fría, del que el cliente podía servirse por sí mismo, ahora hemos llevado más allá esa idea.

En Level, este concepto se está evolucionando continuamente, tanto a nivel tecnológico como a nivel de diseño.

Se ha de tener en consideración que, al ser un método de servicio de comidas de cara al Cliente, el diseño así como la construcción son fundamentales.

Para Level, La comodidad de acceso del cliente a la comida, la facilidad de reposición de las bandejas de comida por parte del personal del Hotel, la temperatura de determinados platos calientes, el equilibrio térmico de los platos fríos, una combinación de materiales que constructivamente sean viables y muy atractivos, el resultado brillante de la presentación de la comida y el importante ahorro energético en la generación del frio o del calor, son algunos de los pilares fundamentales.

En Level, no hay dos Buffets iguales. Por eso Cuando un Hotel plantea una necesidad, el departamento de diseño y el departamento técnico se ponen en marcha trabajando con los responsables de cada área del Hotel.

» Se diseña y se construye una vez, pero se utiliza todos los días de forma intensa. El equilibrio del diseño y la funcionalidad son claves.